sábado, julio 29, 2006

Exceso de equipaje de María Ángeles Octavio


Con Exceso de equipaje (Caracas, Monte Ávila Editores Latinoamericana), su primera entrega editorial, María Angeles Octavio se nos revela como una narradora esencialmente peligrosa. Quizá sea preciso haber intercambiado algunas palabras con esta escritora para percatarse de que su elocuencia verbal y su singular desenfado no son elementos episódicos de un espléndido estilo literario. A la sólida formación intelectual de esta caraqueña es necesario unirle la experiencia de vida de quien permanentemente se ha resistido y rebelado contra aquello que se preveía como su destino natural. Y cuando la abolición de las fronteras físicas y mentales se suma a un talento literario que comienza a desbocarse, el resultado tiene que ser de una solidez envidiable.

Octavio ha tenido como gran virtud personal y literaria el no permitir que la audacia o el desenfreno desdibujen su natural sentido de la elegancia. Con verdadera maestría puede hacer un uso dosificado y preciso de lo desmedido, y aún de lo grotesco, para recordarnos la faceta más terrible del amor humano, ese deseo siempre irracional por obtener lo infinito en lo finito, esa esclavitud del alma y los sentidos que invita a soportar el sufrimiento presente en aras de una esperanza casi siempre vana. Es aquí donde el punto de inflexión se produce, y Octavio nos invita a ser testigos de respuestas desmedidas, de palabras ofensivas y actos impulsados por esa sed de venganza que sólo puede producirnos el choque con una realidad que se nos presenta inalterable, a pesar de nuestra tozudez y empeño. Personajes que se vengan de sus amantes, que se vengan de ellos mismos, pero, sobre todas las cosas, que se vengan del amor.

El amar puede ser un acto peligroso, incluso mortal. De esto y de otras cosas se trata esta magnífica colección de relatos.