miércoles, febrero 28, 2007

Nube



Las nubes albergan el letargo de los amores efímeros,

libros inacabados,
consuelos ilusorios para tiempos de sequía.
Uno les habla a ellas,
y las palabras atraviesan su distancia y su altura,
la solidez y la longevidad gaseosa,
sin hallar respuesta.

Las nubes toman la forma de rostros familiares,
rasgos queridos,
gestos en que nos encontramos.

Uno las observa y las reconoce,
permaneciendo ignorante
de sus contradicciones más íntimas.

viernes, febrero 23, 2007

La palabra



Una palabra nueva cae de tu boca,
gota de lluvia sobre el mar de nuestro lenguaje.

Afinábamos los oídos
queriendo percibir la amplitud de cada fonema.
¿Es todavía el presente momento para el diálogo,
o de el se apodera la distancia inevitable?

La palabra zozobra entre las otras palabras.
Su significado se diluye
como rasgos de un rostro en el devenir de los años,
y terminará yaciendo en la guarida de lo ausente.

En consecuencia, toda palabra es efímera y cambiante.
Sólo la mutabilidad del amor comparte esa suerte.

miércoles, febrero 21, 2007

Periplo


Habíamos oído decir que el destino del viajero
era arribar al hogar, tarde o temprano.

Pero mientras tanto
nosotros seguíamos viajando en el Metro,
y pasando de largo, una y otra vez,
por la estación de Parque del Este.

En ese periplo recorrimos ciudades y museos,
conocimos variopintas personalidades,
y compramos algunas de las cosas inservibles
que todavía tú conservas —: collares de huesos y piedras blancas,
CDs de dudosos cantautores,
postales baratas con los cuadros de Miró.

Desde mi alcoba evoco el fervor
que sólo tu nombre me ha proporcionado.

Caminante de jornadas cortas, solías llamarme con tu voz de arena.

Un muro invernal y súbito ha separado tu corazón del mío.


Historia del monólogo



El hombre quiso domesticar al búho prehistórico,
con la intención de posarlo sobre su hombro
e iniciar el diálogo.

martes, febrero 20, 2007

February



Such warmth beneath the green solitude in sight,
Long-lasting tenderness of hands,
Hair and smile kindly tangled into my memory:

Is that you,

Or the meaning of poetry?

domingo, febrero 18, 2007

Sábado


Cuando el silencio se apodera del fin de semana,
y la ausencia de seres queridos sobrevuela nuestras cabezas,
la escritura se convierte en una labor
ardua
y desconcentrada,
un coto donde animales salvajes
vagan libremente
sabiendo que nadie podrá cazarlos.

Las letras se asemejan a piedras en un camino de extramuros.
Las palabras a hitos o fulgores momentáneos.

No hay acompañante ideal en tales circunstancias.
Ni la TV, ni los vídeos,
ni el Internet o los juegos electrónicos.

Uno simplemente desearía escuchar la voz del ser amado.

Old friend from law school


Provenía de uno de esos barrios infinitos de L.A.,
conducía un VW Bug y vestía al estilo Annie Hall.
Su presencia no pasaba desapercibida,
sus intervenciones se estrellaban contra la temática aparente
de las clases.
Más de un profesor la observaba
con la mirada de un viejo lobo haciendo la digestión.
En los bares y pizzerías de Collegetown
su presencia era más bien esporádica,
y cuando se dejaba ver siempre llevaba consigo un libro de Rawls.
Amaba la libertad, amaba la democracia,
detestaba las posturas que vaciaban de contenido a tales conceptos.
Jamás la escuché citar a Catharine MacKinnon o a Andrea Dworkin.
En cambio Kant sí era una de sus referencias permanentes.
En mi biblioteca está el libro de The Finger Lakes of New York
que me dedicó antes de despedirnos:
In font memory of wonderful times
spent in Ithaca
”, dejó escrito en él con su letra casi cirílica.
Ignoro cómo pudo haber perdido la virginidad con mi amigo mexicano,
aunque de cualquier manera me alegré por lo dos.
Tiempo después él me contaría
que una noche la había llamado desde un bar del DF,
borracho y llorando,
para confesarle que se había enamorado de otra.