lunes, julio 21, 2008

35 años de Artaud

Tal vez la mayoría de fans, e incluso de groupies, de Soda Stereo ignoran que el origen del solo de guitarra que acompaña la versión unplugged de Té para tres, proviene de Cementerio Club, el segundo surco sobre el vinilo de Artaud, el legendario LP que Luis Alberto Spinetta, todavía con los restos de la banda Pescado Rabioso, editó en 1973. Artaud es un disco esencial en la historia del rock argentino. Una combinación de las mejores influencias musicales que la época proporcionaba (la guitarra de Hendrix, los acordes bluseros y progresivos de Yes y Genesis, el misticismo de Dylan), con la poética del surrealismo que Spinetta intentó plasmar, como un alumno aplicado, en cada una de sus letras. La validez de esta fórmula puede ser discutible desde una perspectiva, digamos, ortodoxa, pero el resultado final incluye temas tan indispensables como Todas las hojas son del viento —un poético y sabio decálogo sobre la paternidad—, La sed verdadera, Por y Las habladurías del mundo. Un manojo de influencias para el mejor rock en español que iba a ser desarrollado en los años posteriores, como el propio disco acústico de Soda Stereo lo atestigua.